A la mayoría de nosotros no se nos ocurriría llevar un Rolls-Royce Ghost a un preparador. Pero también es verdad que prácticamente ninguno de nosotros podríamos permitirnos este coche en la vida real, así que mejor nos callamos y echemos un vistazo a lo que el 'tuneador' Spofec ha hecho con este Ghost Series II Black Badge.
Con ese apellido Black Badge, la berlina de lujo británica ya marca de fábrica el lado más dinámico de la firma. Pero para algunos clientes, 'de serie' (incluso a este nivel) sigue sin ser suficiente. Aquí es exactamente donde entra en juego Spofec.
La división del Grupo Novitec especializada en Rolls-Royce se ha hecho cargo del Ghost y le ha sometido a un exhaustivo programa de perfeccionamiento que abarca desde su apariencia hasta el compartimento del motor.
Para dotar al Ghost de un aspecto aún más imponente, los diseñadores del taller de Allgäu han desarrollado un nuevo kit de carrocería de fibra de carbono. El faldón delantero sustituye por completo al componente de fábrica y proporciona un aspecto más agresivo con tomas de aire más grandes. Las luces de posición LED verticales integradas son un bonito detalle. Según el preparador, la nueva cara no es sólo apariencia: el faldón está diseñado para reducir la elevación del eje delantero a altas velocidades.
Esto se complementa con nuevos faldones laterales, que estiran visualmente el coche de 5,55 metros de longitud y lo hacen parecer más bajo. En la parte trasera, un spoiler en la tapa del maletero y un nuevo faldón (opcionalmente con o sin tubos de escape visibles) proporcionan un acabado deportivo.
Los pasos de rueda están ahora equipados con llantas que, como es habitual en Novitec, han sido desarrolladas en colaboración con el fabricante estadounidense Vossen. Las llantas 'Spofec SP4' en diseño de radios dobles vienen en formato de 22 pulgadas (9,5Jx22 delante, 10,5Jx22 detrás).
Las llantas pueden pedirse en 48 colores diferentes y con distintos acabados superficiales. Están calzadas con neumáticos 255/35 ZR 22 delante y 285/30 ZR 22 detrás. Además, el trabajo sobre la suspensión neumática rebaja el coche unos 35 milímetros.
Como es bien sabido, bajo el largo capó trabaja el motor V12 biturbo de 6,75 litros, que ya rinde 600 CV de fábrica en el Black Badge. Spofec instala aquí el módulo N-TRONIC de la casa mediante el método plug-and-play. Gracias a la modificación de los mapas de inyección y encendido, así como al aumento de la presión de sobrealimentación, la potencia asciende a 706 CV.
El par máximo también aumenta en 102 Nm, hasta los 1.002, que está disponible a 2.400 rpm. ¿Cuál es el resultado? El cohete de lujo de 2,5 toneladas se catapulta hasta los 100 km/h en 4,3 segundos. La velocidad máxima se mantiene en unos 250 km/h regulados electrónicamente para proteger los neumáticos.
Spofec ofrece un sistema de escape deportivo de acero inoxidable para que el V12 también esté acústicamente más presente. Aquellos a los que les guste más ruidoso o más silencioso pueden optar por la variante con control de mariposas de escape, que regula el sonido con sólo pulsar un botón.
Otra especialidad del preparador para todos los modelos Rolls-Royce es un interior adaptado a los deseos personales del propietario en "una variedad casi ilimitada de colores y diseños de tapicería".
Por cierto: quienes no conduzcan un Black Badge, sino el Ghost Serie II 'normal', no tienen por qué estar tristes. Todos los componentes están también disponibles para el modelo estándar. Como de costumbre, Spofec sólo facilita los precios previa petición, pero quien tenga un Ghost Series II en su garaje no se escandalizará.