
Si ha habido deportivos puros convertidos en crossover, como el Lamborghini Huracán Sterrato o el Porsche 911 Dakar, ¿por qué no puede suceder al contrario y comercializarse un pick-up pensado para el asfalto? Si, además, la marca (en este caso, Ford) cuenta con la inestimable ayuda de su socio en los rallyes (M-Sport), ¡mejor que mejor!
El resultado es el imponente Ranger MS-RT, un 'morlaco' con una estética impresionante y una puesta a punto muy, muy diferente a la de cualquier otra camioneta. Lo hemos probado con el motor diésel V6 de 240 CV y, ciertamente, no nos ha dejado indiferentes...
El Ford Ranger MS-RT, en cinco puntos clave:
- Diseño
- Interior
- Mecánica
- En marcha
- Equipamiento y precio
Galería: Prueba Ford Ranger MS-RT 2025
Diseño
Sin duda, la imagen deportiva del Ranger resulta impresionante, pero más aún quizá las aletas ensanchadas 40 mm y la reducida altura libre al suelo (4 centímetros menos), que generan una estampa imborrable de tu mente. En el frontal específico podemos ver la insignia de M-Sport, además de una parrilla y un paragolpes que encajarían, estéticamente hablando, en cualquier deportivo puro.
En el lateral notamos claramente la ausencia de las estriberas y las espectaculares llantas negras de 21 pulgadas, que van integradas en neumáticos, cómo no, de asfalto. El doble spoiler, tanto en la carrocería como en la caja, también es un detalle a tener en cuenta, al igual que las inserciones de color negro, los cristales traseros oscurecidos o el difusor trasero. Y si nos fijamos más en detalle, observarás los amortiguadores en color rojo. Lástima la falta de unas salidas de escape a la vista.
Un conjunto de doble cabina con 5,42 metros de longitud que, en el caso de nuestra unidad de pruebas, ofrecía una caja de carga tapada con una cortinilla de accionamiento eléctrico a través de un botón situado a la izquierda del salpicadero. Por cierto, se mantiene el eje rígido trasero con ballestas, con lo cual la capacidad de carga bruta sigue siendo de una tonelada.
Interior
La personalización del habitáculo está debidamente completa con los asientos deportivos y un volante de aro grueso y con marca de las 12 en punto. Eso sí, carece de levas, que hubiese sido lo ideal, pues los botones que hay en el selector del cambio para realizar un manejo secuencial se gobiernan mal en uso deportivo (no es lo apropiado conducir con una sola mano).
Volviendo a los asientos, están tapizados en cuero artificial, lucen pespuntes de color azul y sujetan mucho más de lo habitual en un pick-up, pero no resultan extremos para un uso diario ni tampoco pueden situarse en una posición especialmente baja. También las butacas traseras están debidamente personalizadas, si bien no cuentan con unos contornos muy marcados, como sí sucede en deportivos puros.
Por lo demás, la instrumentación digital puede configurarse en modo deportivo, con un gran velocímetro central, y por supuesto, hay programas de conducción tanto para asfalto como también para el campo. De hecho, se sigue pudiendo bloquear el diferencial trasero en zonas de baja adherencia... aunque yo no me aventuraría en zonas 'off road' especialmente difíciles.
El sistema multimedia es el SYNC4, muy completo y avanzado, mientras que el asistente por voz entiende órdenes con lenguaje natural. El navegador y el punto de conexión wifi no implican un sobreprecio. Por último, el espacio trasero es muy amplio, aunque los respaldos, como es habitual en los pick-up, están algo más erguidos que en un SUV.
Mecánica
No nos parece mejor vínculo mecánico con el Ranger MS-RT que el propulsor diésel 3.0 V6 EcoBlue de 240 CV. Sus 600 Nm de par máximo desde bajas vueltas suponen todo un 'seguro de vida' a la hora de ganar velocidad desde parado o lograr recuperaciones rápidas y sin grandes esfuerzos. ¿El consumo? Unos 11 litros sin abusar de las prestaciones, por lo que puedes ver cifras mucho más altas y sólo un poco más bajas.
No tan elogiable es el cambio automático con convertidor de par y 10 velocidades. Como ya he comentado otras veces, "hace bien su labor en uso estándar, pero en conducción deportiva abusa de más cambios de marcha de lo habitual hasta encontrar el régimen que considera adecuado. Estoy convencido de que eso no sucedería con una transmisión con menos velocidades".
En marcha
Nada más emprender la marcha con el Ford Ranger MS-RT se nota claramente la suspensión delantera firme... y los rebotes que proporcionan las ballestas traseras con la caja descargada. Todo acompaña para que el tacto sobre asfalto sea el mejor posible, como por ejemplo, la dirección con poca asistencia.
¿Llega ese dinamismo al nivel de un buen SUV? No, pero tampoco he conducido un pick-up tan eficaz a la hora de abordar curvas. El mayor ancho de vías se nota para bien, al igual que los neumáticos con 275 mm de sección, por lo que no hay que 'pegarse' tanto con el coche en un puerto de montaña con tramos muy técnicos.
Sin duda, hay un buen trabajo técnico detrás de esta versión deportiva. El peso y el tamaño impiden más, pero nos parece que se genera suficiente diversión al volante. En cualquier caso, lo que vas a tener garantizado es que todo el mundo te va a preguntar por esta preparación, que se lleva a cabo en la planta británica de Ford Dagenham Estate.
Equipamiento y precio
El Ranger MS-RT está muy bien equipado de serie para intentar justificar los 71.390 euros, sin incluir posibles descuentos directos o la financiación, que Ford pide por él. Además de lo citado, destacamos las alfombrillas específicas, instrumentación digital de 8 pulgadas, pantalla central de 12,4 pulgadas en formato vertical, asientos delanteros y volante calefactables y un largo etcétera.
Ford Ranger MS-RT