Conducir un Alfa Romeo siempre ha sido algo especial y, en el caso del Junior, supone acceder a un SUV urbano con alma de utilitario deportivo (de hecho, ha sustituido al MiTo). Precisamente, esa deportividad lo separa de sus rivales directos, como el Audi Q2, el DS 3 o el Lexus LBX. Por cierto, se trata de una creación del diseñador Alejandro Mesonero-Romanos, por si te quieres quedar con ese dato.
Hemos conducido la versión más cabal, la híbrida ligera de 145 CV combinados, que otorga la etiqueta Eco y evita depender de una toma de conexión en casa. ¿Es el todocamino pequeño más divertido? A continuación te contestaremos la pregunta.
El Alfa Romeo Junior Ibrida, en cinco puntos clave:
- Diseño
- Interior
- Mecánica
- En marcha
- Equipamiento y precio
Galería: Alfa Romeo Junior Ibrida 145 CV, prueba
Diseño
Pasional y personal: así es el Junior, estéticamente hablando. Este coche no deja indiferente y, de hecho, puede que no guste a todo el mundo. El frontal genera debate, pues el 'trilobo' gana ¿demasiado? protagonismo. Los faros en forma de 'C' con una firma luminosa segmentada también se salen de lo común y la gran toma de aire del paragolpes casa en un coche deportivo.
El lateral presenta una cintura ascendente (si vamos de delante hacia atrás) y las llantas lucen una evolución del 'dial telefónico' clásico de Alfa Romeo. Los tiradores traseros camuflados en el pilar C, la carrocería bicolor y el techo de aspecto flotante también son elementos destacados.
En la trasera observamos una tira donde van integrados los pilotos, que recorre todo el ancho del vehículo (parece un antifaz). La pequeña luneta, el spoiler del techo y la doble salida de escape cromada me gustan, al igual que la cola 'truncada', que homenajea a algunos Alfa históricos.
Interior
En la cabina también se respira deportividad e incluso hay un cierto ambiente premium... que se rompe con mandos utilizados en muchos otros vehículos de la multinacional Stellantis. La instrumentación digital configurable es de 10,25 pulgadas, al igual que el monitor central que, como punto curioso, está anclado en una posición más baja de la habitual.
El bonito volante de tres radios o la buena sujeción de los asientos gustarán a los clientes más apasionados, mientras que los jóvenes valorarán también especialmente la vinculación inalámbrica del smartphone a través de los protocolos Android Auto y Apple CarPlay, así como la integración de ChatGPT en el asistente por voz.
A diferencia de otros Alfa, el botón de arranque y parada del motor no se encuentra integrado en el volante (una verdadera pena). Como contrapunto, me han gustado los aireadores con la serpiente (el 'biscione') retroiluminada y los logotipos de la marca repartidos por el habitáculo.
Por espacio trasero, el Junior no se encuadra dentro de las referencias del segmento B-SUV, así que vale para adultos de talla media y poco más, que es lo habitual, por otro lado. Además, no hay salidas de aire, asideros o un reposabrazos. Más elogiable es el maletero, con 415 litros, una cifra muy buena para tratarse de un todocamino pequeño.
Mecánica
Una vez más, hablamos del híbrido ligero de Stellantis con 145 CV combinados (hay otra variante de 110, no disponible en el Junior). Como te conté en el Avenger 4xe, se basa en el bloque de gasolina 1.2 turbo con 136 CV de la multinacional (ya con cadena de distribución), más una unidad eléctrica de 29 CV y la transmisión automática de doble embrague con seis velocidades y levas en el volante.
"El rendimiento es bueno en general y la mecánica, con un sonido poco atractivo, muestra suficiente brío como para que el coche complete todo tipo de desplazamientos de forma solvente": lo dicho en el Avenger lo vuelvo a reproducir en el Junior.
El 0 a 100 está por debajo de los 9 segundos (8,9) y la velocidad máxima se va hasta los 206 km/h. Todo, con un consumo medio entre los 6,5 y los 7 litros cada 100 km. La transmisión funciona bien, aunque no es la más rápida en conducción deportiva, y el motor eléctrico puede mover por sí mismo el todocamino en estacionamientos o a velocidades lanzadas con baja dosis de aceleración. Merecidísima la etiqueta Eco, por tanto.
En marcha
Se pueden formular muchas preguntas en torno al comportamiento del Junior. ¿Es un auténtico Alfa Romeo? No llega al nivel dinámico del Giulia y el Stelvio, es decir, los Alfa creados en la época de FCA (Fiat Chrysler Automobiles), pero me parece mejor que el Tonale, también 'obra' de Stellantis, como nuestro protagonista.
¿Es el SUV urbano más deportivo? El más radical, no, porque el Abarth 600e tiene una puesta a punto realmente dura. Asimismo, no lo considero más especial que, por ejemplo, el Ford Puma. ¿Es divertido de conducir? Mucho, gracias a una dirección precisa y mucho más informativa que la del propio Puma y también a una suspensión equilibrada que, a su vez, mantiene muy bien el tipo en curvas. De hecho, hay chasis para mucho más que los 145 CV disponibles.
Eso sí, la hibridación ligera no casa con un tacto deportivo y, de este modo, toca acostumbrarse al sistema de frenada regenerativa (retiene algo el vehículo en desaceleraciones) y al pedal del freno algo esponjoso.
Equipamiento y precio
Con la introducción del Model Year 2026, el Alfa Romeo Junior Ibrida puede escogerse con cuatros acabados (Junior, Sprint, TI e Intensa) desde 30.000 euros exactos, que son 28.529 con el descuento online directo que tienes disponible en el configurador de la marca italiana.
Por lo tanto, no se trata de un SUV asequible (eso nunca se espera de un Alfa Romeo), así que toca valorar si su imagen deportiva, su consumo comedido, sus buenas prestaciones y sus gratas reacciones en curvas compensan ese fuerte desembolso.
Alfa Romeo Junior Ibrida