Después de dar jaque mate al Dacia Spring, por ser mucho mejor coche, el BYD Dolphin Surf afronta otro reto, aún más duro si cabe: enfrentarse dentro de poco al nuevo Renault Twingo 2026, con una acertada estética basada en el modelo original y un precio de acceso, sin descuentos incluidos, de 20.000 euros. Ah, y en 2027, llegará el Volkswagen ID.1 (que podría llamarse ID. up!)...
Mientras llegan esas futuras comparativas, nosotros te dejamos la nuestra con el Fiat Grande Panda. Porque sí, el Dolphin Surf, al medir casi 4 metros de largo, también puede plantar cara a los utilitarios eléctricos más asequibles del mercado.
El BYD Dolphin Surf Boost, en cinco puntos clave:
- Diseño
- Interior
- Mecánica
- En marcha
- Equipamiento y precio
Galería: BYD Dolphin Surf Boost, prueba
Diseño
Después de ver la comparativa en vídeo y de leer nuestra primera toma de contacto, vamos a resumir de forma ligera todos los apartados del urbano eléctrico chino. Como comentaba antes, mide 3,99 metros de largo y, efectivamente, los faros se parecen a los de algunos Lamborghini. Por cierto, BYD dice que tienen tecnología LED, pero en realidad sólo las luces de posición incluyen diodos. Las de cruce y las de carretera son halógenas.
Las llantas de aleación de 16 pulgadas permiten identificar el acabado Boost frente al básico, denominado Active, que también se asocia exclusivamente al motor de 88 CV. No faltan las habituales manillas enrasadas para mejorar la aerodinámica o una tira luminosa trasera, además de pilotos con iluminación pixelada.
Esta versión Boost es la que ofrece mayor autonomía de la gama, 322 km, gracias a una batería de 43,2 kWh netos, que puede cargarse a 85 kW en corriente continua. En este supuesto, se pasa del 30 al 80% en apenas 22 minutos (o del 10 al 80% en 30). En corriente alterna, a 11 kW, está lista en cinco horas. Además, ten en cuenta que el coche dispone de la tecnología V2L para convertirse en emisor de electricidad.
Interior
El habitáculo está formado por plásticos duros (algo normal en los segmentos A y B), pero queda lejana la sensación de encontrarnos ante un coche barato. De hecho, la instrumentación digital alcanza las 7 pulgadas y la pantalla central se va hasta las 10,1 pulgadas. Algo habitual en BYD, ese monitor es giratorio, pero al emplear el protocolo Apple CarPlay sólo se puede tener en posición horizontal.
Dicha pantalla incluye accesos directos (hay que deslizar hacia abajo con el dedo) para desactivar la alerta sonora por velocidad y el mantenimiento de carril. No faltan botones físicos para la transmisión o los programas de conducción en una fila horizontal entre el monitor y las salidas de aire
De serie en el acabado Boost, los asientos delanteros ofrecen ajuste eléctrico, algo nada habitual en un urbano y menos aún en un acabado intermedio. Asimismo, gracias a una buena batalla de 2,5 metros, las dos plazas traseras son cómodas porque ofrecen un espacio más que aceptable para el tamaño del coche. En cuanto al maletero, son 308 litros y se integra un gran doble fondo para los cables de carga.
Mecánica
Como comentaba antes, esta versión Boost y la básica Active vienen asociadas a un motor delantero de 88 CV, una potencia bastante lógica para un urbano que se va a mover por la ciudad y los alrededores (el nuevo Twingo tiene 82 CV). El 0 a 100 lo completa en 12,1 segundos y la velocidad punta llega a 150 km/h.
Con esta mecánica, el Dolphin Surf se mueve más que correctamente y tiene una respuesta inicial muy agradable, lo que se agradece especialmente en la ciudad al salir de los semáforos o al afrontar cambios de carril con presteza. Todo, con la suavidad y el silencio propios de un eléctrico.
Además, obtuvimos un consumo de 13 kWh cada 100 km, inferior al homologado en ciclo mixto (15,6), aunque se debió a que realizamos principalmente un uso urbano del vehículo y nos movimos más bien poco por las circunvalaciones de Madrid.
En marcha
Dinámicamente, el Dolphin Surf es un coche cómodo de conducir que en ciudad se desenvuelve muy bien, ya que gira bastante. Además, la etiqueta 0 cobra todo el sentido para movernos a nuestras anchas. Eso sí, puede que el tren trasero tenga una puesta a punto algo firme porque se notan en el interior los reductores de velocidad.
La dirección presenta dos niveles de asistencia, al igual que el sistema de frenada regenerativa. El programa Sport no muestra grandes diferencias en la respuesta del acelerador, pero sí el modo Eco, que vuelve al coche sensiblemente más perezoso en el empuje.
Como curiosidad, hay un modo para asfaltos resbaladizos que limita la aparición del control de tracción con el fin de salir mejor desde parado. Si en tu ciudad o pueblo suele nevar en invierno, puede ser una solución muy interesante.
Otros detalles que he apreciado es que el interior no está especialmente bien aislado de ruidos por carreteras abiertas, pero a cambio el coche presenta un agradable aplomo y se gobierna bien en las curvas.
Equipamiento y precio
La dotación de fábrica en el acabado Boost, además de lo citado, también incluye aire acondicionado, acceso y arranque sin llave, navegador con planificación de rutas, cámara trasera de alta resolución, tapicería de cuero vegano, reconocimiento de señales de tráfico y un largo etcétera. Además, el coche disfruta de una garantía oficial de seis años o 150.000 km, que son ocho o 200.000 km para la batería, con una degradación máxima del 30%.
Todo, por una tarifa al contado que no es especialmente baja, 23.990 euros, si lo comparamos con otros urbanos, aunque el modelo chino viene muchísimo mejor equipado que sus rivales. A este montante hay que añadir el cargador para casa y la instalación. ¿Podrá con el Renault Twingo? En pocos meses lo sabremos.
BYD Dolphin Surf Boost