Bugatti acaba de cerrar un importante capítulo en su historia al finalizar la producción del Bolide. Si recuerdas, se trata de un hiperdeportivo exclusivo para circuitos (no puede llevar matrícula), limitado a 40 unidades. El último ejemplar lo ha recogido de la fábrica de Molsheim, al noreste de Francia, su legítimo dueño.
Al parecer, este propietario, que ha pagado cuatro millones de euros por esta adquisición, es un coleccionista de Bugatti con un Type 35 en el garaje, una máquina de carreras enormemente exitosa de hace casi un siglo. También posee un Veyron Grand Sport, que, al igual que el Bolide, es el último de su clase.
El Veyron y el Bolide comparten un exterior en Negro Azul y Azul Especial Lyonnais sobre un interior en Azul Lago cubierto de Alcantara. El resultado es verdaderamente sensacional. Desde luego, no podemos evitar preguntarnos si alguno de los 40 propietarios perseguirá una conversión para hacerlo legal en carretera. De hecho, la compañía británica Lanzante reveló recientemente que está trabajando para conseguir ese objetivo de que pueda llevar matrícula.
Galería: Bugatti Bolide, último ejemplar
¿Es el último Bugatti con motor W16? No, porque las entregas a clientes del Mistral aún están en curso. Cuando finalice la producción de este roadster limitado a 99 unidades, la mecánica, estrenada a comienzos de siglo en el Veyron, sí entonará su despedida.
En su lugar, como bien sabes, Bugatti ha desarrollado un propulsor V16 completamente nuevo y sin ningún tipo de turboalimentación para el Tourbillon, sustituto del Chiron. En principio, las entregas darán comienzo el próximo año.
En efecto, se han eliminado los cuatro turbocompresores, ya que el nuevo motor desarrollado por Cosworth ha cambiado a un sistema de aspiración natural. También cuenta con una mayor cilindrada (8,4 litros frente a 8) y ejerce de 'corazón' de un sistema híbrido enchufable con 1.800 CV combinados, porque sí, incluso Bugatti debe cumplir con las regulaciones de emisiones.
Pero ojo, porque aunque se aproxima el V16, el venerable W16 podría seguir siendo noticia en los próximos años. El nuevo programa Solitaire, con trenes motrices y chasis existentes, dará lugar a encargos únicos como el Brouillard. Esencialmente, Bugatti ha abierto la misma de negocio que Pagani al dar nueva vida a coches más antiguos con un estilo renovado y hardware actualizado.
Quién sabe, el Veyron y el Chiron podrían convertirse en el próximo Zonda, un coche que se niega a morir a pesar de haberse presentado en 1999.