Tras probar la magnífica furgoneta eléctrica Ford E-Transit Courier, con 4,34 metros de largo y 2.900 litros de carga, hemos querido dar un paso más allá al conducir ahora su 'hermana' mayor, la Transit Connect Van L1, con 4,50 metros de longitud y 3.100 litros para transporte.
Basada en la Volkswagen Caddy eHybrid, permite salir de la ciudad y los alrededores gracias a ese tren motriz híbrido enchufable de 150 CV combinados (sólo dependemos de una gasolinera). Además, la etiqueta 0 facilita el trabajo si hay restricciones de movilidad por contaminación y permite aparcar gratis en algunas ciudades.
La Ford Transit Connect Van, en cinco puntos clave:
- Diseño
- Interior
- Mecánica
- En marcha
- Equipamiento y precio
Galería: Ford Transit Connect Van 2025, prueba
Diseño
El frontal esconde su origen alemán, mientras que la trasera emplea los pilotos de la Caddy. Con el acabado Limited, el más equipado, la furgoneta luce parrilla y marcos de los faros antiniebla con cromados, así como paragolpes trasero y tiradores en el color de la carrocería. Por cierto, la pintura blanca viene sin sobreprecio, al igual que las llantas de aleación de 17 pulgadas.
Los retrovisores en negro y con plegado eléctrico también forma parte del equipamiento de fábrica, mientras que los faros LED suponen 466 euros sin impuestos y las dos puertas laterales correderas (sólo hay una de serie), 366. También es posible incluir ventanas o la bola de remolque que puedes ver en las fotos.
En la parte trasera hay una doble puerta para acceder fácilmente al amplio espacio de carga, dotado de iluminación LED, que mide 1,80 metros de largo, 1,63 de ancho y 1,27 de alto. En total, como comentaba antes, un volumen de 3,10 m3.
El puerto de carga alimenta una batería de 19,7 kWh de capacidad neta, que otorga 110 km de autonomía eléctrica y se puede cargar en corriente alterna a un máximo de 11 kW (2,5 horas) y también en continua a 40 kW (del 10 al 80% en 26 minutos). En mi caso, recorrí 92 km sin emisiones, con un consumo de 21,5 kWh cada 100 km.
Interior
El habitáculo de dos plazas se basa plenamente en el de la Caddy. Así, el salpicadero, conformado con materiales duros, presenta una doble pantalla perfectamente conocida, mientras que la consola central se ha rediseñado ligeramente. El volante, que tampoco ha cambiado, integra mandos convencionales de fácil uso.
El climatizador automático bizona y el navegador con puntos de carga vienen de serie, al igual que la cámara trasera (fundamental en este tipo de vehículos), aunque su nitidez es peor que la de la E-Transit Courier. Por supuesto, no faltan muchos huecos portaobjetos y al volante se viaja de forma muy cómoda y espaciosa, con las piernas bien flexionadas.
Mecánica
Además de los motores diésel 2.0 EcoBlue de 102 y 122 CV (también tomados de la Caddy), el tren motriz híbrido enchufable con 150 CV combinados representa una alternativa sensata. No sólo por la buena autonomía eléctrica real, sino también porque en modo híbrido, ya con la batería descargada y tras resetear el ordenador de a bordo, el consumo es bastante cabal: 7-7,5 litros cada 100 km.
Este sistema de propulsión consta de un motor turbo de gasolina con 1,5 litros y 116 CV, más una mecánica eléctrica con la misma potencia. La transmisión asociada es la automática de doble embrague DSG, con seis velocidades y levas para un manejo secuencial. Toda la fuerza recae sobre el tren delantero.
El conductor dispone de tres modos de retención: Suave, Automática y Fuerte, disponibles en la pantalla central. Si se quiere incrementar la intensidad de la frenada regenerativa de forma instantánea, basta dar un toque en cualquiera de las dos levas del volante.
¿Cuándo empujan los dos motores a la vez? En esencia, cuando realizamos 'kickdown' (máxima aceleración hasta sentir un 'clic' en el pedal), tanto con carga de la batería como sin ella (siempre queda una reserva). Por lo tanto, hay que forzar esa unión. Las transiciones entre ambas mecánicas son siempre suaves.
En marcha
Lógicamente, el tacto de la Transit Connect Van sólo puede recordar al de la Caddy. Así las cosas, es una furgoneta estable a velocidades de cruceros, muy fácil de manejar en curvas, pero menos divertida y eficaz en curvas que la E-Transit Courier, que comparte plataforma con el Ford Puma.
Como comenté en la prueba de la Caddy eHybrid, "debido al eje rígido trasero y a la considerable altura de la carrocería, el vehículo 'pide clemencia' en curvas antes que un compacto o un SUV, pero por lo demás, te sentirás muy a gusto al volante de la furgoneta alemana".
¿Algún punto mejorable? El ruido de rodadura se adentra bastante en el interior y, tal y como sucede en los híbridos enchufables del Grupo Volkswagen, el tacto del pedal del freno resulta deficiente si queremos apurar la detención algo más de lo habitual.
Equipamiento y precio
El acabado Limited incluye, además de lo citado, acceso y arranque sin llave, base de carga inalámbrica para smartphones, soporte lumbar en el asiento del conductor, sensores de alumbrado y lluvia, volante de cuero, alarma y protector de goma en la zona de carga, entre otras cosas.
El precio de esta versión corta L1 (también hay una Transit Connect Van L2) con el motor PHEV y el acabado Limited es de 27.320 euros sin incluir el IVA, pero tampoco el wallbox para casa ni su instalación. Por su parte, la gama diésel comienza en 20.320 euros. Recuerda que los autónomos y las empresas pueden evitar dicho IVA si el vehículo está destinado a fines laborales.
Ford Transit Connect Van L1 Limited